miércoles, 5 de enero de 2011

Mi haz de luz

En víspera de reyes, comencé a recrear en mi mente aquel camino de los Reyes Magos a través de la estrella para llegar al pequeño Jesús. Supongo que no habrá estado exento de miedo e incredulidad pero con una dosis más alta de fe y amor, los magos de Oriente paso a paso lograron llegar hasta aquel pesebre de la esperanza.
Esa es la misma senda en la que comencé a dar mis primeros pasos dubitativos tras el fallecimiento de mi Juan Pablito y su nacimiento espiritual y el inicio de mi renacimiento en esta vida. Todo lo que pensaba que iba a suceder, había cambiado por completo, todos los sueños y proyectos habían dado paso a un nuevo presente. Es entendible que en un principio todo mi yo esquivara a esa situación.
De las millones y millones de personas en el mundo, yo había sufrido la pérdida física de mi hijo y ese cambio de la alegría de recibir al bebé Juan Pablito en nuestro hogar, a tener que llevarle flores al Parque Serenidad le dio un giro inesperado a mi vida. Poco a poco, pisando a veces sin fuerzas, y hasta a veces pensando que no tenía sentido seguir avanzando, comencé a vislumbrar que había una luz que nunca había dejado de brillar.
Aunque la historia había sido diferente a la que planeaba, no significa que no fuera hermosa y sublime. Nuestro pequeñito amado, no está más físicamente con nosotros, pero su espíritu impregna cada paso que damos junto a mi marido. Definitivamente no es fácil enterrar a un hijo, es una experiencia para la que no tengo palabras a la hora de describirla. Pero más triste sería enterrar una bella historia de amor que ha hecho de mí lo que hoy soy. Por eso hoy grito con todo mi corazón que esa experiencia me ha hecho renacer.
No soy la mujer maravilla, pero si soy un ser humano que busca con todas sus fuerzas mirar más allá de lo que ven mis ojos, sentir más allá de lo que mi piel me permita, pero sobre todo amar más allá del cielo. Así como los Reyes, tengo a una estrella que guía mis pasos y me hace ver que esta vida es tan bella como esa fugaz pero a la vez eterna visita. En este 2011, renuevo mi fe en lo que soy, en todo lo que crecí en estos dos años. Y lo más importante, renuevo mi amor en este camino, con mi haz de luz siempre presente, para siempre...

2 comentarios:

  1. Siempre nuestras estrellitas guiando nuestro camino.
    Me he dado cuenta, que no se equivacan cuando nos cruzan con otras Mamis: muchas veces es necesario tener una experiencia no del todo buena para así, comenzar a conocer a las verdaderas compañeras de camino..
    Besitos al Cielo♥

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  2. Gracias Naty!!! Tenemos a muchas estrellitas! Y seguimos caminando gracias a ellas que nos guian siempre!! Besitos al cielo!

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